La reducción de azúcares añadidos es un objetivo clave para mejorar la composición nutricional de los alimentos, en línea con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras autoridades internacionales y nacionales.

Estas instituciones han subrayado la importancia de reducir la ingesta de azúcares añadidos y libres, alertando sobre los riesgos asociados a su consumo excesivo. En Argentina, este enfoque ha sido reforzado desde octubre de 2021 con la Ley Nº 27.642 de Promoción de la Alimentación Saludable, más conocida como la Ley de Etiquetado Frontal.

El etiquetado frontal de exceso de azúcares proporciona a los consumidores una herramienta para tomar decisiones informadas sobre la ingesta de alimentos más saludables. Esta medida ha incentivado a la industria de alimentos y bebidas a reformular y mejorar la composición de los productos envasados y la oferta alimentaria fuera del hogar, demostrando un claro compromiso del  sector con la salud pública.

Estrategias para la reducción de azúcares en alimentos

Reducir los azúcares añadidos en alimentos es un desafío, dado que el azúcar cumple múltiples funciones en la elaboración de productos, como aportar dulzor, retener humedad, modificar textura, facilitar la fermentación, dar color, y preservar el producto. Existen dos estrategias principales para abordar este desafío:

  1. Reformular manteniendo la identidad del producto tradicional: Esta estrategia busca ofrecer versiones más saludables de los productos existentes, manteniendo sus características esenciales, pero sin sellos de advertencia.
  2. Reformular para desarrollar un nuevo producto: En algunos casos, la reducción de azúcares implica la creación de un producto completamente nuevo, que cumpla con las expectativas de los consumidores y las regulaciones, pero sin sellos de advertencia.

¿Cuáles son los principales desafíos en la selección de sustitutos del azúcar?

Debido a las diversas funciones que el azúcar desempeña en los alimentos, no existe un único sustituto que pueda replicar todas sus propiedades. Por ello, cada producto requiere una formulación adaptada, que a menudo involucra la combinación de varios ingredientes y aditivos. Al seleccionar un sustituto del azúcar, es crucial considerar aspectos como:

  • Solubilidad: La capacidad del ingrediente para disolverse en la matriz alimentaria.
  • Distribución homogénea: Asegurar una distribución uniforme del sustituto en todo el producto.
  • Relación calidad-precio: Evaluar el impacto del sustituto en el costo del producto final.
  • Suministro continuo: Garantizar la disponibilidad del sustituto en el mercado.
  • Compatibilidad con el proceso de elaboración: Considerar cómo el sustituto interactúa con el proceso de producción.
  • Impacto en la estabilidad del producto: Los cambios en la formulación pueden afectar la estabilidad microbiológica, nutricional, química y física del producto.

Soluciones de Granotec para la reducción de azúcares

Granotec ha desarrollado diversas soluciones innovadoras para reducir el contenido de azúcar en diferentes alimentos:

  • GranoLifeSweetSE: Un sustituto de azúcar a base de fibras y polialcoholes, ideal para productos farináceos no fermentados (como budines, tortas, magdalenas, y galletitas) y productos lácteos como flanes o postres. Este producto permite un reemplazo del 100% del azúcar, manteniendo las características habituales del producto y aportando fibra, con una relación de reemplazo de 1:1.
  • GranoLife Sweet G: Un sustituto a base de fibras y saborizantes, que se utiliza en productos farináceos no fermentados. En galletas, permite un reemplazo de hasta el 60% del azúcar, y en budines y tortas, hasta un 30%. Además de aportar fibra, no contiene edulcorantes ni polialcoholes, y no requiere leyenda precautoria.
  • GRANOLIFE Dolce SE: Diseñado para productos fermentados, este sustituto a base de fibras, enzimas y aromas dulces permite un reemplazo de entre el 50% y 100% del azúcar, dependiendo del producto. Por ejemplo, en un pan brioche, se puede reemplazar todo el azúcar, mientras que en un pan dulce, se recomienda una sustitución del 50% para preservar el sabor. La relación de reemplazo es de 1:1, y las enzimas ayudan a mantener el color y otras características del producto.

Analizar cada caso es el primer paso

Reducir los azúcares añadidos en los alimentos es una tarea compleja que requiere un enfoque multidimensional. No existe un sustituto universal para el azúcar, y cada producto requiere una formulación específica para replicar las propiedades funcionales del azúcar de la manera más efectiva posible.

En Granotec, estamos comprometidos en proporcionar soluciones que no solo permitan la reducción de azúcares en productos existentes, sino que también abran la puerta a la innovación en nuevos productos, satisfaciendo las expectativas de los consumidores y cumpliendo con las regulaciones vigentes.

Estamos aquí para asesorarte.

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