El sistema inmunitario humano (o sistema inmune) consiste en una red de células, tejidos y órganos que actúan en defensa del organismo contra el ataque de invasores externos. Estos invasores pueden ser microorganismos (bacterias, hongos, protozoos o virus) o agentes nocivos, como sustancias tóxicas (por ejemplo: veneno de animales venenosos). Las sustancias extrañas al cuerpo se denominan genéricamente antígeno. Los antígenos son combatidos por sustancias producidas por el sistema inmune, de naturaleza proteica, llamadas anticuerpos, que reaccionan específicamente con los antígenos. Cuando el sistema inmunitario no logra combatir a los invasores de manera efectiva, el cuerpo puede reaccionar con enfermedades, infecciones o alergias.

La defensa del cuerpo es realizada por un grupo de células específicas que actúan en el proceso de detección del agente invasor, en su combate y destrucción total. Todo este proceso se conoce como respuesta inmune.

LA NUTRICIÓN Y LA INMUNIDAD

La desnutrición puede tener efectos adversos en el cuerpo de un individuo, incluidas consecuencias negativas para los mecanismos de defensa generales. El organismo desnutrido se vuelve más susceptible a las enfermedades, con una interrelación entre la desnutrición, el sistema inmunitario y las enfermedades infecciosas.

La respuesta inmune depende de la replicación celular y la síntesis de compuestos proteicos activos; por lo tanto, se ve notablemente afectado por el estado nutricional del individuo, que determina la capacidad metabólica celular y la eficiencia con la que la célula reacciona a los estímulos, iniciando y propagando la protección orgánica y el sistema de auto reparación.

Elementos como aminoácidos, calorías, vitaminas A, E, cianocobalamina, piridoxina, ácido fólico y minerales como hierro, zinc, selenio, son micronutrientes para los cuales se ha establecido una relación entre su condición en el cuerpo y el funcionamiento del sistema inmunitario. (Brunetto et al., 2007).

Algunos micronutrientes (vitaminas y minerales) tienen entre sus múltiples funciones nutricionales la protección del sistema inmune, así como algunos elementos funcionales como la inulina:

Ver Imagen 1

Inulina:
Prebióticos. Ingredientes alimenticios no digeribles que afectan beneficiosamente al huésped al estimular selectivamente una o una cantidad limitada de bacterias a corto plazo. Acción: Actúan como alimento para las Bifidobacterias (bacterias intestinales) que ayudan el proceso de regulación del intestino, importante para el sistema inmunitario. (Roberfroid, 1994).

MICRONUTRIENTES

• Vitamina A: Importante para mantener la integridad de las células de la piel y de las mucosas, que recubren las vías respiratorias, el tracto digestivo y el tracto urinario que funcionan como una barrera y forman la primera línea de defensa del cuerpo contra alguna infección. Actúa en el crecimiento y la función de componentes del sistema inmunitario.

• Vitamina E: Es importante para aumentar la producción de inmunoglobulina, un anticuerpo que participa en la inmunidad de las membranas mucosas que cubren órganos como los intestinos, el estómago y la boca. Su función es proteger la superficie de la mucosa contra virus, bacterias y otros microorganismos invasores, evitando su fijación y proliferación.

• Vitamina C: Tiene importancia para varios componentes del sistema inmune humano. Por ejemplo, se ha demostrado que la vitamina C estimula tanto la producción como la función de leucocitos (glóbulos blancos), especialmente neutrófilos , linfocitos y fagocitos). Las medidas específicas de las funciones estimuladas por la vitamina C incluyen la motilidad celular, la quimiotaxis y la fagocitosis.

Ver Imagen 2

• Zinc: La ingesta adecuada de zinc es esencial para mantener la integridad del sistema inmunitario, específicamente para el desarrollo normal y la función de las células que median las respuestas inmunes innatas (neutrófilos, macrófagos, y células Natural Killer) y adaptativas (linfocitos-B y linfocitos-T ).

• Selenio: Los niveles adecuados de selenio son esenciales para la función del sistema inmune ya que influyen en el desarrollo y la expresión de respuestas humorales y celulares no específicas. La deficiencia de selenio reduce la efectividad de las células inmunes.

Ver Imagen 3

CONCLUSIONES

La adecuación nutricional de los micronutrientes está estrechamente relacionada con el buen funcionamiento del sistema inmunitario; por lo tanto, es de fundamental importancia que todos, a través de una buena dieta, tengamos los elementos necesarios para el mantenimiento óptimo de nuestro sistema de defensa inmune, prestando especial atención a los niños en fase de crecimiento, debido a que su sistema de defensa inmune necesita estos componentes para actuar de manera eficiente.

Autor: Cesar Araujo, Consultor de Granotec Ecuador

Fuentes:

• (1) Institute Linus Pauling – Centro de Información de Micronutrientes. https://lpi.oregonstate.edu/mic.

• (2) Cristiane Cominetti 1 Silvia Maria Franciscato Cozzolino 2 – 1, 2 Departamento de Alimentos e Nutrição Experimental da Faculdade de Ciências Farmacêuticas da Universidade de São Paulo.

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