El objetivo de estos artículos es ofrecer una visión general sobre un tema que forma parte de nuestro día, las Frutas Funcionales, que brindan protección a nuestro organismo, pero pocos conocen como SUPERFRUTAS. En esta primera parte conoceremos a uno de sus principales referentes: el arándano, que además de su función antioxidante, también tiene una sustancia en su composición, convirtiéndolo en un protector frente a las infecciones urinarias.
Cuando hablamos de ellas, podemos imaginarnos a los superhéroes conocidos desde nuestra infancia luchando contra los villanos que constantemente quieren destruir nuestra sociedad. Las superfrutas también son, en cierto modo, una especie de héroes que defienden nuestra salud.
La palabra “Superfruta” es relativamente reciente, caracterizada por algunas variedades que tienen un alto valor nutricional, debido a sus propiedades funcionales como antioxidantes. Esto ha generado muchos estudios para la identificación y cuantificación de varios grupos de fitoquímicos. Esta contribución analiza la composición, la eficacia de los antioxidantes y los posibles beneficios para la salud de sus máximos exponentes como: açai, acerola, arándanos, blueberry y otras; también se han cubierto las nuevas formulaciones de productos, los aspectos de seguridad y sus perspectivas futuras, recopilando y resumiendo los resultados de la investigación existente, publicada en los últimos 10 años.
Las superfrutas, compuestas por ácidos fenólicos, flavonoides, proantocianidinas, iridoides, cumarinas, taninos hidrolizables, carotenoides y antocianinas, se están utilizando cada vez más, pudiendo considerarse como una valiosa fuente de alimentos funcionales, debido a su composición y a su actividad antioxidante. Sus fitoquímicos son bioaccesibles y biodisponibles, con beneficios saludables prometedores; pero, se necesitan más estudios exploratorios bien diseñados, en humanos, para validar su funcionalidad.
Además de ser un alimento, las superfrutas se diferencian de las tradicionales, por su capacidad para actuar en el organismo como un alimento funcional; esto significa que, también contribuyen a nuestra salud, favoreciendo el aumento de la inmunidad, la prevención, e incluso la posibilidad del tratamiento de algunas patologías.
Poco después, se publicó otra investigación, demostrando que había otras frutas con un índice ORAC superior al del blueberry, como el gojiberry, los arándanos y el açaí. Hoy en día, estas son comunes como ingredientes de jugos y se utilizan como materia prima para alimentos y bebidas con propiedades funcionales y estéticas.
¿Por qué los arándanos ayudan a combatir las infecciones del tracto urinario?
Los arándanos se caracterizan por sus propiedades anti-adhesivas, evitando que los microorganismos se fijen a las paredes del tracto urinario; por lo tanto, su uso se ha asociado a la prevención de este tipo de infecciones. En las mujeres embarazadas, la presencia de infecciones urinarias es una condición clínica frecuente debido a los cambios fisiológicos que ocurren en ese período de la vida. Se han utilizado alternativas no farmacológicas para minimizar los riesgos de estos episodios durante la atención prenatal.
Propiedades anti-adhesivas de los arándanos
Conocida por ser una de las principales causas relacionadas con las infecciones urinarias, la bacteria E. coli tiene fimbrias, que son capaces de adherirse a la parte interna del tracto urinario. Las fimbrias del microorganismo y las células del tracto urinario están unidas por estructuras lipídicas. Los arándanos tienen un polifenol lipolítico, la proantocianidina, capaz de alterar las estructuras lipídicas de la E. coli; evitando que las fimbrias bacterianas creen adherencias en la mucosa del tracto urinario. Las propiedades anti-adhesivas atribuidas a esta fruta pueden ayudar a prevenir la cistitis. Las fuentes alimentarias de proantocianidinas, especialmente de tipo A, inducen la síntesis de ciertos metabolitos en la orina, como los alcoholes alílicos, que también pueden proteger el tracto urinario frente a infecciones. Dichos metabolitos son sustancias responsables del fuerte olor de la orina y su producción se da partir de diversas sustancias de los alimentos funcionales. Cabe mencionar que solo algunos alimentos contienen proantocianidinas de tipo A, como los arándanos.
Un metaanálisis que evaluó los efectos del uso de los arándanos como medida preventiva contra las infecciones del tracto urinario (ITU) encontró que hay evidencia para demostrar que tal intervención puede reducir el riesgo de recurrencia de estas dolencias. Los resultados del estudio sugieren que esta pequeña fruta roja puede ser un enfoque efectivo, sin antibióticos, basado en métodos nutricionales para prevenir la recurrencia de ITU entre mujeres aparentemente sanas. El análisis sistemático realizado también indicó que hubo una reducción del 26% en el riesgo de recurrencia de este tipo de infección en las mujeres que consumieron el fruto, frente a las que no lo ingirieron.
Infecciones del tracto urinario durante el embarazo
Las infecciones del tracto urinario (ITU) se definen por la colonización, invasión y proliferación de agentes infecciosos en cualquier parte del sistema urinario y ocurren hasta en el 15% de los embarazos, constituyendo el tipo de infección más frecuente en el ciclo embarazo-puerperal
Como complemento de los antibióticos en la profilaxis de las infecciones urinarias recurrentes durante el embarazo, existen otras posibilidades a considerar. Las proantocianidinas del extracto de arándanos (Vaccinum microcarpon), actúan sobre las fimbrias de E. coli (adhesinas tipo 1 y 2), inhibiendo su fijación al urotelio en un 80% y permitiendo que sean lavadas por diuresis. También tiene actividad antibacteriana, principalmente de P. aeruginosa y Proteus mirabilis.
Una revisión sistemática publicada en la base de datos Cochrane en 2008 demuestra una reducción en la incidencia y los síntomas de la cistitis recurrente, con el uso de arándanos durante 12 meses o más; pero la eficacia real fue cuestionada posteriormente en la revisión de 2012, cuando se incluyeron estudios más grandes.
Entre los sesgos para comparar estudios realizados con arándanos, se encuentran principalmente las diferentes dosis y periodicidad empleadas. Como existen datos in vitro que reflejan que la actividad anti-adhesiva de los compuestos activos de arándano en las fimbrias de E. coli persiste durante 10 horas después de la ingestión, las dosis administradas dos veces al día, quizás, sea la más apropiada para la prevención de las ITU en el embarazo.
Aún se necesitan más estudios para validar la efectividad real de los arándanos en la profilaxis de las infecciones urinarias en mujeres gestantes y para establecer la mejor dosis de consumo; sin embargo, la seguridad de su ingesta durante este período ya está bien documentada, con buena tolerabilidad y adherencia cuando se administra en forma de cápsulas o comprimidos, sin contribuir a la resistencia bacteriana.
Para recordar:
• La infección del tracto urinario puede afectar la calidad de vida de la mujer embarazada y aumentar el riesgo de morbilidad materna y fetal durante este período.
• Se deben solicitar pruebas de orina y urocultivo de rutina durante el embarazo, incluso en mujeres asintomáticas, como medida preventiva.
• No se recomienda el consumo de arándanos a mujeres embarazadas que usan medicamentos anticoagulantes orales como warfarina.
Importante: cuando use arándanos o sus productos, debe informar a su médico o nutricionista.
En el próximo artículo cubriremos otras superfrutas y sus capacidades funcionales; así como ejemplos de aplicaciones.
Fuentes:
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